giovedì 22 luglio 2010

Inizia la MIA estate.


Sessione di giuno e luglio... laurea magistrale... esami finiti!!!! E passati...Finiti ovviamente per questa sessione... non sono proprio un genio e soprattutto ho un brutto vizio... di studiare con gusto ma senza rinunciare a ciò che mi piace!! Dopotutto, lavorando tanto non è sempre proprio facilissimo però ci siamo :)

Per questa sessione sono riuscita a raggiungere il C2 di Inglese, storia della lingua italiana, l'esame di Psicologia (che materia fantastica!!!!!!!!!!!!!!!!!) e Storia della linguistica con il mitico prof. Graffi!! Un linguista, un mito, un genio.. che proff!!! E anche con lui sono riuscita a chiudere gli esami con un 26. Non che io prenda molto in considerazione il voto, l'importante è imarare qualcosa di nuovo, ogni giorno qualcosa di più... quant'è bello studiare??? Ma soprattutto quanto è bello superare un esame... come un traguardo, poi un po' di relax fino a settembre..e di nuovo altri esami e poi pausa fino a gennaio... non mi posso lamentare dai...

Il lavoro procede ogni giorno al solito se non chè... settimana prossima FERIEEEEEEEEEEE!!! Chi viene al mare con me?? ;P Io , me stessa e io!!!!


A presto e buon mare, a me!!

giovedì 15 luglio 2010

Precariedad o éxodo, el dilema juvenil italiano

Periodo di esami esasperanti con un caldo record che difficilmente permette di concentrarsi e studiare... e così preparando un tema di spagnolo sulla disoccupazione ho notato un articolo in spagnolo ma comprensibile a tutti che finalmente dice come stanno le cose. Per fortuna che il libero arbitrio e la libertà di parola non sono più un'utopia....



  • Por Elisabetta Piqué
    Corresponsal en Italia


    ROMA.– Giulia Di Lemma, de 20 años, estudia ingeniería energética y no tiene dudas: una vez que se reciba, dejará Italia. “No veo un horizonte en este país”, dice, escéptica.

    Como la mayoría de los jóvenes italianos de entre 20 y 35 años, que hoy se definen como una “generación precaria”, Giulia vislumbra un futuro negro, agobiado.

    A diferencia de sus padres, que crecieron durante el boom económico de la posguerra y tenían un empleo estable, podían ahorrar, comprarse una casa, formar una familia y mejorar su nivel de vida, los jóvenes tienen hoy un presente más que difícil y un mañana totalmente incierto.

    Muchos eligen entonces el éxodo; otros llaman con insistencia a las generaciones adultas a reaccionar para que el futuro se despeje. Hoy si un joven italiano consigue empleo, es un trabajo precario, con contratos muy breves, a término. Esto significa inseguridad laboral, sueldo bajo y ningún tipo de derechos y garantías elementales (como enfermedad o vacaciones). Y, en consecuencia, la imposibilidad de pagar un alquiler, independizarse de la familia y de proyectar un futuro.

    Siempre se acusó a los jóvenes italianos de ser mammoni , es decir, de tardar más de la cuenta en dejar el nido materno porque es más cómodo quedarse en casa, donde la mamma cocina, plancha y malcría. Pero si la mayoría de los jóvenes, casi el 70%, se queda en lo de sus padres debe haber otra razón.

    "¿Cómo podés irte de tu casa sin un trabajo estable? Los sueldos que conseguimos los jóvenes ahora no te permiten ni siquiera pensar en dejar la familia", dice a LA NACION Giulia, que para pagarse la universidad estatal de La Sapienza (dos tasas de 400 euros por año), trabaja los días del fin de semana, de 17 a 24, en una pizzería de Ladispoli, una localidad en las afueras de Roma donde vive con su familia.

    Su amiga Serena Pacifico, harta de ser una "precaria" tras haber trabajado seis meses en un call center "como una esclava", decidió armar las valijas: "Me voy a Tenerife a trabajar de lo que sea, pero al menos dejo lo de mis padres y me divierto más que acá", dice.

    En octubre pasado, hubo un gran revuelo cuando el ministro de Economía, Tommaso Padoa Schioppa, dijo que "hay que sacar de casa a los bamboccioni (peleles)", al anunciar medidas de ayuda económica para los italianos de entre 20 y 30 años que alquilen vivienda.

    Poco después, datos del Istat (el Indec local), desmintieron al ministro y dieron razón a los bamboccioni . Según el instituto de estadísticas, son aproximadamente 5,5 millones, el 69,7% del total, los jóvenes de entre 20 y 30 años que viven con sus familias. "La salida de la casa de los padres es obstaculizada por los niveles de ingresos que, en más de los dos tercios de los casos, no superan los 1000 euros mensuales, y en casi un tercio no alcanzan los 500 euros", explicó Luigi Biggeri, presidente del Istat.

    Un welfare anómalo
    Pero esto no es todo. Despojados de cualquier tipo de protección, los jóvenes italianos se ven obligados a luchar contra la muralla de privilegios que el Estado de bienestar garantizó a sus padres y abuelos, pero que ahora les toca pagar a ellos.

    En este sentido, está el problema de las pensiones, es decir, el futuro por definición. Al respecto, no sólo podrán jubilarse recién a los 70 años, y no a los 57, como ocurre hoy, sino que además recibirán mucho menos dinero. Un empleado que se jubiló en 2005 cobra en promedio el 65% de su sueldo; si lo hace en 2015 ese porcentaje baja al 60%; en 2030, al 45%, y finalmente en 2045, al 34% del sueldo.

    Hay más. Sobre las cabezas de los jóvenes pende la espada de Damocles de la gigantesca deuda pública italiana (unos 80.000 euros por cabeza) y de la deuda jubilatoria (250.000 euros).

    Para Pietro Boffi, del Centro Internacional de Estudios para la Familia, el problema tiene que ver con la anomalía del " welfare a la italiana". "Somos el único país del mundo en el que los padres suplen las faltas del sistema, asegurando casa y comida a sus propios hijos hasta el umbral de los 40 años. Este es el motivo de la ambivalencia de fondo de la sociedad italiana y de por qué los padres son tan reticentes a la hora de largar su puesto de trabajo o la pensión", explica.

    Fenómeno de culto
    Lo cierto es que, más allá de los funestos datos económicos, lo que más desalienta a los jóvenes es el hecho de que en Italia no existe la meritocracia, sino que uno sólo puede hacer carrera si su familia tiene conexiones o las amistades "justas".

    La gran mayoría de los jóvenes es consciente de que sólo podrá acceder a un determinado cargo si tiene alguna raccomandazione , es decir, si recibe una "ayudita" de algún político o personaje importante, como indicaron varias encuestas.

    En este escenario, no sorprende que en el ciberespacio haya cientos de blogs en los que los jóvenes reaccionan y demuestran su profunda preocupación por este presente que les toca vivir.

    Federico Mello, clase 1977, fundador del popular sitio generazione.blog.it, puso en red el ensayo "Italia explicada a mi abuelo", un texto que luego se convirtió en un libro editado por Mondadori. Allí Federico denuncia la existencia de una "emergencia generacional" y la incapacidad por parte de la "gerontocracia al poder de pensar o imaginar el futuro".

    "¿Pero si te dijera la palabra «futuro», nonno , qué se te ocurriría? Decidí hablar contigo, nonno . Decidí intentar explicarte, nonno , en esta especie de carta abierta, en estas líneas escritas con el corazón, cómo nuestra amada Italia se ha metido en un remolino enloquecido, en el cual el futuro está prohibido", arranca el libro.

    Italia explicada a mi abuelo , un llamado a la innovación, a la renovación y al coraje necesario para idear nuevas respuestas para un futuro mejor y equitativo para todo el mundo, se convirtió en un fenómeno de culto. "Ojalá sirva para algo", dice Giulia, sin ocultar su descreimiento por lo que vendrá, al menos en Italia.

    En crisis

    El 69,7% de los italianos de entre 20 y 30 años todavía vive en la casa de sus padres, según cifras oficiales

  • Más de dos tercios de los jóvenes italianos asalariados gana menos de 1000 euros por mes y casi un tercio no alcanza un sueldo de 500 euros.

  • Un empleado italiano que se jubiló en 2005 cobra en promedio el 65% de su sueldo. Aquel que se jubile en 2045, sólo el 34%.

  • Los jóvenes italianos ya cargan con el peso de una deuda pública que equivale a 80.000 euros per cápita.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=969463

mercoledì 7 luglio 2010

I 5 (tipici) errori delle donne in amore

I tre copioni più comuni

Come entriamo in relazione intima con l’altro? Ecco i modi di procedere più frequenti. E il consiglio per evitare errori

L’EDERA: in questo copione, la donna desidera eccessivamente fondersi e confondersi con l’altro, è a suo agio con l’intimità ma non con l’autonomia, richiede costantemente eccessiva attenzione e rassicurazione, si preoccupa di non essere abbastanza interessante, tende a essere ipergelosa (magari nascondendo questo sentimento) e, per paura dell’eventuale solitudine, costruisce una serie di possibili future “alternative” alla relazione principale, “tenendo in caldo” altri potenziali partner. Cerca spesso di comunicare per tenere il controllo della relazione.
Come migliorare: guardarsi con occhi nuovi, sviluppare le proprie potenzialità. Dare al partner il tempo di entrare nella relazione.
L’ISTRICE: qui la donna ha paura di sentirsi oppressa e costretta nella relazione, è a suo agio con l’autonomia ma non con l’intimità. Ricerca continuamente occasioni sociali con amici e conoscenti pur di limitare le fasi private, che si riducono alla sessualità o alla routine quotidiana. Si lamenta della gelosia dell’altro e si preoccupa di garantirsi sempre una via di uscita dalle strettoie relazionali, dai litigi e dalle discussioni. Fa fantasie di allontanamento o interruzione del rapporto.
Come migliorare: favorire l’intimità col partner, per vedere l’effetto che fa (e restarne sorpresi), superando la propria prevenzione.
L’ALTALENA: la persona oscilla tra desiderio di fusione e desiderio di libertà, con comportamenti contraddittori ed emozioni contrastanti. Si alternano fasi di passione a fasi di noia ed evitamento, fantasie di felicità romantica all’infelicità coniugale senza vie di uscita. Grandi passioni a grandi pianti. Separazioni e riconciliazioni sono molto intense, sia nel bene sia nel male. Si ha la sensazione di non poter vivere bene né con partner né senza di lui.
Come migliorare: frenare l’entusiasmo e forzarsi un po’ quando si è abbattuti, cercando relazioni sociali anziché la solitudine.